La Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo, en la Diócesis de Cd. Juárez. Orígenes y Desarrollo. por: Ives Y. Figueroa Parra, Diplomado en Teología del Instituto Diocesano de Teología. Capitulo IX, La Conexión Cd. Juárez-Cd de México (Relato #4)
Mientras en San José del Altillo y en San Juan Bautista, en Coyoacán, Ciudad de México, todo marchaba con apoyo de la jerarquía de la iglesia y las órdenes religiosas, en Cd. Juárez, a principios de 1971, y en el transcurso de 1972, la renovación tenía que abrirse brecha con la fuerza del Espíritu Santo y la convicción de un sacerdote jesuita, el padre Richard Thomas, S.J. a nivel de pequeños grupos de oración en instalaciones particulares, sin participación directa de la Diócesis pero si con conocimiento del Obispo de dichas reuniones.
En Paso del Norte, siguiendo la constante de la participación de las órdenes religiosas como centros de desarrollo y dispersión de la renovación carismática, ahora un hijo de San Ignacio de Loyola, en Diciembre de 1972, ya con la aceptación del Obispo Manuel Talamás Camandari, y no con los estratos sociales medios y altos como en el Altillo, comenzaba una obra de evangelización con los más olvidados y desprotegidos de la ciudad, los pepenadores del basurero municipal, que desencadenaría, primero, a que la recién formada comunidad carismática San Juan Bautista de Cd. Juárez, efectuara en 1973 sus asambleas de alabanza y oración en el CEDEC, centro de evangelización y catequesis y después su entrada a una parroquia diocesana en 1974.
Si Jesús obraba milagros con las clases acomodadas, que no haría con aquellos a los que les aplica el sermón de la montaña, los pobres entre los pobres.
La comisión de vigilancia metropolitana, después se extendió a nivel nacional, porque los demás obispos también pretendían prevenir desviaciones en esta corriente de gracia y fue en 1974, que evoluciona y se forma el primer equipo nacional de la renovación carismática, primero con la imperiosa finalidad de asesorar a los obispos de las diferentes Diócesis, y después, observar y apoyar en su formación a las diferentes comunidades que empezaban a brotar en todo México, este equipo estuvo conformado por las siguientes personas:
¨¨El primer equipo nacional estuvo formado por monseñor Carlos Talavera, el padre Salvador Carrillo Alday, Ms. P.S., el padre Alfonso Navarro, Ms., la señora Margarita Kelly de Ortiz Tirado, la hermana Patricia Henry Ford, el doctor Manuel Herrera, la doctora Guillermina Valdés de Villalva y el joven Alberto Athi騨 (Valdés de Villalva, 1986).
En este grupo, a manera enunciativa más no limitativa, estuvieron los primeros líderes nacionales de la renovación carismática de México.
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